La #LigaBBVAExperience me ha cambiado la vida

Mi nombre es Daryna, tengo 35 años y vivo en el pueblo de Kharkiv, cerca de la frontera entre Ucrania y Rusia. Llevamos en guerra desde abril de 2014 y, en este último año, han caído tres bombas en nuestra zona.

España es muy diferente a todo lo que ahora nos rodea y, aunque tengo ganas de volver a casa para contarle a mis familiares lo bien que lo hemos pasado en Gran Canaria durante estos tres días, este viaje me ha servido para abrir los ojos y darme cuenta de que debo dejar Ucrania atrás y buscar un futuro mejor. Sí, la #LigaBBVAExperience me ha cambiado la vida.

El ruido de las olas y los gritos de los aficionados cantando gol en el Estadio de Gran Canaria nada tienen que ver con el estruendo que provocan los misiles de dos ejércitos que ya no se acuerdan ni por qué luchan. La pelea en un campo de fútbol es mucho más bonita. Además, este fin de semana, he aprendido que un partido dura mucho más que 90 minutos. Porque lo que sucede antes y después de un encuentro de LaLiga es casi tan importante para los aficionados, como lo que pasa después sobre el césped. Cualquier excusa es buena para reunirse con los amigos y brindar.

Conocer el carácter español, probar las deliciosas 'papas arrugadas' de Canarias, pasear por una maravillosa playa cargada de paz y ver la inmensidad del océano por primera vez en la vida han supuesto para mí mucho más que una experiencia cultural y futbolística. España y los españoles son pura pasión, puro fútbol. Son diferentes a nosotros los eslavos. Y eso también me ha ayudado a valorar otras culturas que he conocido de la mano de la #LigaBBVAExperience. He podido salir de Ucrania gracias a LaLiga, y le estaré eternamente agradecida.

¡La afición de @UDLP_Oficial recibe a los fans de la #LigaBBVAExperience! pic.twitter.com/DuXvpsarUc

— LaLiga (@LaLiga) March 13, 2016

 

Cuando participamos en el concurso que prometía como premio un fin de semana completo en España para vivir de primera mano todo lo que rodea a LaLiga, mi marido tenía claro que íbamos a ganar. No sé por qué, pero me dijo que vendríamos a Las Palmas. La suerte que nos ha faltado en muchas ocasiones, la encontramos ahora, en el momento adecuado. Y aquí estamos. Es un milagro. Ahora, solo pienso en el día que regresemos a este maravilloso país de vacaciones, sin preocupaciones, sin guerras, y volvamos a vibrar en vivo con la Liga BBVA. Hasta entonces, nos sentaremos en el sofá cada fin de semana para seguir la competición desde Ucrania, donde espero que la paz sea la que triunfe…